jueves, 24 de febrero de 2011

Cuando los estereotipos no funcionan

El martes me tocó viajar a córdoba por trabajo. Llegué temprano al aeropuerto y por suerte el vuelo salió a tiempo. Me acomodé en mi asiento y ahí comenzó un día extraño, donde todas las reglas tacitas que sostienen nuestro visión al mundo quedaron poco a poco derrumbadas.
Dicen que todas las azafatas están buenas, a mi me toco la azafata del tren fantasma, eso si….de macanuda ¡!!!! Encima se me sentó al lado una de esas viejitas que hablan hasta por los codos cuando lo único que pretende uno a las 6 de la mañana es dormir hasta el último segundo.
Una vez en córdoba busque un taxi para ir al centro. Los cordobeses tienen fama de buenos contadores de chistes…..entiendo que no todos los taxistas pueden ser el negro Alvarez pero ya la tonada diferente y la forma de hablar característica son una buena bienvenida. Me tocó un viejo amargado que se quejó todo el viaje y encima hablaba como si fuera un egresado de Harvard.
Llegué al centro y caminé hasta el edificio donde tenía mi reunión de trabajo. Era la primera vez que venía y conocía a María solo por teléfono. Tiene una voz de locutora increíble y mas de una vez había tratado de imaginarme como era. Si tiene buena voz y es tan simpática seguro que es la reencarnación de la negra sosa. Al abrirse la puerta apareció un ángel de 1.75 que hacía temblar la tierra…recuperando el aliento pregunté: ¨ vengo a ver a María y me responde ¨Soy Yo¨. Encima era rubia e inteligente ¡!
Algo abrumado, terminé la reunión y fui a caminar un rato….nada parecía en su lugar. Me cruzó un chino de 2 metros (sería Yao Ming?) paseando un caniche toy, la policía arrestaba en la puerta de un banco a un viejito que quiso arrancar un cajero con su silla de ruedas, en un centro cultural anunciaban la presencia de Karina Jelinek disertando acerca del porque de la existencia y en la plaza se comenzaba a juntar gente para felicitar al intendente por su buena gestión.
Casi a punto de explotar entré a un bar por un Fernet (algo fuerte que me hiciera reaccionar!!). No tengo, respondió el cantinero mientras se daba vuelta para colocar algo de música…cuarteto pensé, pero obviamente terminé escuchando los grandes éxitos latinos de los años 50.
Terminé mi Gin Tonic y salí nuevamente a la calle, fui hasta mi hotel y de allí al aeropuerto……el vuelo estaba cancelado por paros en aeroparque. Respiré aliviado, todo había vuelto a la normalidad.

rincondelvago.com

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